La Avenida de Carlos III en La Habana fue el paseo que el gobernador Miguel de Tacón puso en funcionamiento en el año 1836. A pesar que este gobernador fue un déspota, tenía una debilidad que benefició grandemente a Cuba. Este señor tenía un ego tan grande que ordenó hacer muchas obras para después ponerle su nombre. Así fue con este paseo, el cual conectaba a La Habana, desde lo que es hoy la intersección con Reina y Belascoaín, hasta el Castillo del Príncipe.

Cuando se hizo esta avenida se llamó Paseo de Tacón. Años más tarde se le llamó Carlos III en honor del rey de España y se le colocó una estatua del monarca.

La vista es hacia el Castillo del Príncipe.